Made in

lunes, 31 de marzo de 2008

Son las 9 de la mañana, ya me bañé, ya me peiné, ya desayuné, ya me entristecí. Ni modo.

Así pasa, no hay explicación, no hay motivo, no hay causa pero sí hay consecuencias, siempre hay consecuencias. Recuerdo una vez en que desperté con la tristeza saliendose hasta por los codos. La abuela Cari, me pidió que la llevara a comprar unas flores al mercado, porque según ella tengo bueno ojo para eso. ¡Todas las veía marchitas! Ninguna valía la pena. ¡Pero si es primavera! dijo la abuela y con toda razón. Pues no hay nada. Terminamos comprando unos claveles que para cuando llegamos a la casa ya se habían unido con Nuestro Señor.

¡Ahhh! ¿Por qué será? A veces creo que hay algo dentro del corazón, algo que todos tienen pero que a mí me salió defectuoso, como hecho en Tepito, como pirata y me lo pusieron sin garantía, me lo dieron sin nota y no puedo reclamarle a nadie.

A ver cuánto me dura el asuntillo, hay ocasiones en que los chocolates ayudan, pero deben ser amargos, sino nada, nanais, never. En otras tengo que ir al centro a chacharear: camino por Donceles-mi calle favorita-y luego directo al Zócalo, estoy un rato y despues, indudablemente termino comprándome un helado de yogurt y mirando los aparadores del Monte de Piedad.

Pero hoy, particularmente, sensitivamente, razonablemente, instintivamente, ensordecidamente, el hueco que se siente en el estómago -hueco que de seguro deja la alegría- me dice que eso Nooo funcionará.


Estoy fregada.

20 pasos de amor y una caida desesperada

jueves, 27 de marzo de 2008

Me acabo de encontrar al Mudo -en realidad no es que esté mudo, lo que pasa es que su mamá sí y bueno... en la colonia no son muy creativos- creo que me iba a decir algo, pero no se animó.

Me explico:

1) Doy vuelta en la esquina, veo una silueta. (Sí, tengo miopia)

2) La silueta se transforma en el Mudo

3) El Mudo me mira, lo miro, nos miramos

4) El Mudo alza la cabeza, como para esbozar un Hola

5) Me agacho antes de que el Hola me pegue en plena cara

6) Me sudan las manos

7) Mis pies se tropiezan con una piedra

8) Mis brazos se estiran pidiendo esquina

9) La esquina resulta ser el pecho del Mudo

10) Mi cara queda a dos centímetros de su cara

11) ...

12) Me hago a un lado, no levanto la vista ni un segundo

13) El Mudo respira más de lo acostumbrado

14)Agarro la bolsa con aguacates -seguro se aguadaron- y me sacudo el sueter

15) El Mudo me mira fijamente

16) Se acomoda su gorra

17) Agacha la cabeza

18) Empiezo a caminar

19) Pasos, pasos, pasos

20)...

¿Qué me quería decir? Seguramente me iba a preguntar si Verónica iba a salir en la tarde a correr. Sí, seguro era eso.

Aviso oportuno

martes, 25 de marzo de 2008

Compré el periódico (por aquello de que los lunes salen más ofertas de trabajo) y empecé a buscar.

Mmmm... pensé ¿En qué sección debo de enfocarme? No soy secretaria, aunque una vez hice el intento -sólo fui una semana al curso-;no soy enfermera, aunque con las cosas que le pasan a la abuela Cari casi casi me graduo; no soy mecánico, aunque con La Roncha, he aprendido dos tres trucos; no soy "doméstica" para desilución de mi mamá; no soy estilista, aunque Verónica se empeñe en tratarme como su estilista profesional. No soy nada.

¿Entonces? Entonces estoy jodida, pensé. El Pepue - que aún anda de vacaciones- se acercó a preguntarme qué tanto leía; el periódico, le dije/ Sí, pero qué/ La sección de empleo/ Chale, no vas a encontrar... me dijo como si cualquier cosa y luego se sentó a jugar Play. ¡Este es Hugo, el niño de piedra! pensé mientras no le quitaba la mirada de encima.

Despues de encerrar en un círculo rojo unas cuantas opciones - eso del círculo rojo es mi parte favorita de buscar trabajo- agarré mis cosas y salí dispuesta a regresar como toda una asalariada. esta es la parte que más odio de la buscada.

El primero al que fui, resultó ser una cadena, ya saben, eso de todos somos valiosos; sólo da un poco y se te multiplicará; conviertete en un inversionista... y despues todo ese numerín de "cantemos todos", aplausos, sí se puede... Salí sin voltear atrás por aquello de no convertirme en estatua de sal.

El segundo era una especie de empresa en donde te pagan por "entretener al cliente" via telefónica; y donde el primer requisito era ser "abierta de mente", el segundo era "tener una voz sexy" ¿? y el tercero: disponibilidad de tiempo. Cubrí lo primero sin problemas -eso creo- lo segundo en una tercera parte -ni modo- y el tercero en un 0%. El Gran Capi tiene fijados los horarios de llegada y no hay poder humano que lo convenza de modificarlos. Me fui agradecida por la oferta, oferta que por cierto pagaba a $3.80 por minuto.

Y en el tercero, en el tercero me ofrecieron ser botarga de una farmacia, éste lo estoy pensando. La vacante está abierta y supongo que si no sale otra cosa, será el elegido. El único inconveniente que le veo es que tengo que bailar todo el día y eso de las bailadas no se me da ni de cerquita.

El bautizo

lunes, 24 de marzo de 2008

De plano madrugué el domingo. El Gran Capi -mi papá- me dijo que teniamos que irnos bien tempranito porque habiamos tenido el honor de ser invitados al Bautizo de Alizee, la nueva nieta del sobrino de la prima de la abuela Cari. ¿?

A las 7 de la mañana, el agua ya estaba fría -ese viejo boiler namas no caliente ni una tortilla- por un momento pensé que no bañarse no era tan serio, pero despues recordé que como habian cortado el agua el sábado por eso de la Gloria, tampoco me habia bañado. Nadie lo habia hecho.

La cola para purificarnos de nuestros mugrosos pecados estaba encabezada por la abuela Cari, que quería verse muyyyyy elegante, pues no era cualquier cosa volver a ver a Juanita, su prima y compañera de parrandas de la infancia. En el baño estaba Verónica. Mmmta, pensé, Verónica tarda ¡años! y más ahora que se ha cambiado por enésima vez de look y tiene que hacerse un dichoso alaciado que le lleva más de media hora.

Como a eso de las ocho, la abuela Cari saliá muy perfumada -usó para enojo de Verónica, la loción para baño que compró en abonos con Rosa, la del Avón- y con uno de sus mejores vestidos.

Despues de un baño de agua helada, salimos todos los Díaz listos para la diversión.... bueno yo no iba tan emocionada, me marea la carretera.

Afortunadamente, la dichosa fiesta era adelante de Texcoco, a unos 20 minutos, en un pueblo llamado Barrio Huitznahuac, en Chiautla.

Justo adelante de los Reyes, por la Magdalena, el Pepue -mi hermanito de 11 terribles años- se sintió mal -y cómo no, si una noche antes no dejó ni un suspiro del litro de helado de chocolate que el Gran Capi nos compró- y tuvimos que buscar un baño. No habia nada. Por fin, un vigilante de una escuela de computación, se apiadó del enrojecimiento del Pepue y pudo desahogar sus males.

Llegamos a la fiesta. Noooo conociamos a nadie. Bueno, la abuela Cari y el abuelo Rafa sí conocian a varios.

Me presentaron con José, un primo a penas tres años menor que yo, que juraba y perjuraba que fuimos compañeros de juegos una vez que la abuela Cari me llevó para allá, por el año 1988. ¿Cómo se acuerda? ¡!

Toddaaaaa la tarde permaneció a mi lado, me sirvió agua de jamaica y barbacoa; me invitó un helado y se empeñó en que aceptara un luchador del Místico con cuerpo de peluchito que rodaba en un triciclo al ser jalado... ¡Es como el que me regalaste cuando veniste! Tanta insistencia me hizo terminar con el muñequito en el buró de mi cuarto.

Luego el tío nos enseñó la casa, ¿casa? ¡Tremendo terrenon ! Casi casi le faltó decir De aquí hasta donde alcancen tus ojos, hija, es mío.

La abuela Cari no paraba de reir del gusto, la prima Juanita le invitó un curado de avena y bueno... tuvimos que cargarla para meterse en La Roncha -la famosísisma troca del Gran Capi- Cari acabó hasta las chanclas. Y mientras la metiamos no dejaba de cantar Cartas Marcadas.

La prima Juanita vomitó junto al pastel de la recien bautizada Alizee y el tío le tuvo que echar una cubetada de agua fría para que reaccionara. Ese par sí que se divierte en grande.

Como a eso de las seis llegó la Banda, Verónica -que se había puesto una embarrada de pantalón, embarrada que por cierto dejaba ver una o dos lonjillas (ji ji ji) se pusó como pavorreal. Es mi meró mole, me dijo al tiempo en el que le enseñaba sus mejores dientes al ranchero de enfrente. El amor flotó en el aire. Resulta que el ranchero acababa de ser plantado en el altar hacia apenas unos meses y Verónica era la vivita imagen (sic) de la novia fugitiva. ¿Por qué no la odió?

El resto de la noche se la pasaron bailando y platicando. Pepue corria como potro salvaje por el patio trasero de la casa. Sólo se veía el polvo que dejaba a su paso.

Mi mamá platicaba con orgullo que Verónica había acabado la Universidad - sí, ella estudió la Universidad, no como su servidora- y ahora estaba decidiendose entre algunas ofertas de trabajo -¿cuáles?- ¿Y esta muchachita? dijo la tía, ¿Ésta? ¡Ah! ella es desempleada. (Nótese mirada reprobatoria por parte de los tíos)

¡Ufff! De ahí no me los quité, la tía me hacia comentarios del tipo Bueno, algunas mujeres nacen para ser amas de casa; ¿No tienes novio? ¿Quieres ser una quedada? ¡Alguien que me salve! pedí al Todopoderoso. Y el Todopoderoso, respondió.

El primo José me invitó a bailar, yo acepté gustosa. No sé ni jota de ese asunto de mover las piernas, pero cualquier cosa era mejor que estar sentada al lado de la tía. Bailé, mal, pero platiqué mucho con el primo. Como a eso de las 12 de la noche, el primo me hizo una confesión, porque somos parientes, casi hermanos, me dijo. Resulta que el primo quiere ser prima... Así como suena, prima. Es toda una mujer en su interior, pero nadie lo sabe. ¡Ujule! ¡Y no sólo eso! ¡Quieres ser una mujer como yo! ¿What?

Pero si yo soy un muy malo ejemplar femenino, le dije, soy antimujer, nada femenina, nanais, never, nop... Se como Verónica, le dije, te va a ir mejor, No, cómo tú, me dijo.... Bueno, ahi sí no supe ni jota del joto (ji ji ji) No, en serio, no supe qué decir, mas que un ¿Gracias?

Ya para las 2 de la mañana, el Gran Capi nos dijo que era hora de partir, el primo José me pidió mi número de cel, o mi correo, o los dos... para seguir en contacto, primiux, me dijo y yo se los di... Por no dejar...

El camino de regresó fue silencioso, el Pepue ya iba hasta roncando -el pobrecito se reventó por correr de más- mamá iba pensando seguramente en la vergüenza que le hizo pasar la abuela Cari, la abuela Cari iba con un hilo de baba colgando por tanto pulque, el abuelo Rafa iba pensando que a lo mejor si se hubiera quedado en el pueblo, en lugar de buscar fortuna en el DF... Verónica iba suspirando por su ranchero y el Gran Capi y yo ibamos escuchando esa canción que versa How does it feelHow does it feelTo be without a homeLike a complete unknownLike a rolling stone?...

Sí, el Gran Capi es un rockero de corazón.

Sabadin

sábado, 22 de marzo de 2008

No es posible. Me levanté temprano para ayudarle a mi mamá -sí, aún sigo viviendo con mis papás- a barrer el patio y el Papiu se me lanzó directo a las piernas. Ese gato es diabólico.

Nos lo regalaron hace ya dos años porque estaba chinguiñoso y nadie lo quería, así que mi mamá en uno de los escasos actos de beneficiencia que ha tenido dijo que ella lo iba a adoptar . El Papiu NOO me quiere. Soy su enemiga.

Todo empezó la primera noche que se quedó en la casa. En aquel tiempo teniamos tambien a la Lobis -murió de hidropesia el año pasado- y no querían arriesgarlo a un ataque, así que lo dejaron dormir debajo de mi cama.

Como a eso de las tres de la mañana, el chinguiñoso Papiu no paraba de maullar, trate de calmarlo pero nada funcionaba. Entonces pasó.

Me levanté para prender la luz y darle un poco de leche, pero estaba demasiado adormilada y no noté que el Papiu estaba justo abajo de mi. Lo aplasté.

El Papiu dio uno de los maullidos más escandalosos - es exagerado, ni fue para tanto- y yo acabé durmiendo en la sala mientras todos consolaban al maquiavélico gato. Desde entonces me declaró la guerra.

Ahora somos archienemigos, yo no lo quiero y él a mí tampoco. Cada que tiene oportunidad me araña, me muerde y hasta se me cuelga de los brazos cuando escombro debajo de la cama. A veces he pensado matarlo. Planearlo muy bien, acuchillarlo mientras duerme, o mejor aún darle un delicioso plato de leche con veneno. Pero no me atrevo.

En diciembre casi lo logro, estaba él muy acurrucado en su odiosa cama -una de mimbre que le compraron en uan tienda de mascotas- y estaban a punto de llevarle su pastel de cumpleaños -al maldito sí lo festejan y él goza, goza viendome sufrir- y de pronto mamá me encargó que sacara del refrigerador tan preciado obsequio...

Lo tuve frente a mi, ese suculento pastel de chocolate con fresas, y en la repisa del fondo, un poco de veneno... era perfecto. Agarré el frasco, lo abrí y justo cuando estaba a punto de vaciar todo el contenido, apareció la abuela Cari. Me vio con unos ojos de Dios, por que me mandaste esta nieta satánica y corrió, bueno... caminó directo a la sala al tiempo que gritaba que me habia convertido en una asesina en potencia. El resto es historia.

Se me prohibió acercarme a más de 3 pasos al Papiu, y constantemente me vigilan, pero eso sí, el Papiu me tortura cada que puede. Ese gato se va ir derechito al infierno, lo sé, me lo dice el corazón.

Bueno, he descargado mi furia, ya está. Ahora que los rasguños han dejado de palpitar de dolor, puedo irme a comprar las tortillas, y de ahí, derechito a intentar hacer la sopa. ¡Mamá no está! y tengo ese encargo. La floja de mi hermana Verónica está en su cuarto oyendo una de Chente y ni siquiera un asomo de intención de ayudarme. Me voy.

Esta vez no le será tan fácil al Papiu, traigo un pantalón de mezclilla y por si las dudas, me he puesto unas botas de bombero que el abuelo Rafa dejó junto a los pollos.

Paso 1

viernes, 21 de marzo de 2008

Pues ahora empieza la aventura. He decidido crearme un blog, uno muy bonito, uno rosa.
Apenas descubro esto de las cosas cibernéticas y no se me ocurre qué poner en la primera entrada.
Podría poner que acabé la preparatoria a regañadientes porque no se me da mucho eso de la estudiada... luego podría seguir con el asunto ese de que no duro mucho en los trabajos porque soy torpe por naturaleza y no por convicción.
Despues tal vez me convenga decir que nunca me he atrevido a matar una araña, ellas me ven, con sus ochorricientos ojos toda la noche y yo nada más me quedo con mi único par sin poder echar la baba por el cansancio. Soy cobarde.
Y por último podría decir que ahorita estoy en mi duodécimo desempleo, sin un quinto en el banco, con 200 pesos en la bolsa y con la cuenta del télefono escondida en mi cajon de los secretos porque me toca pagar y no lo pagaré.