¿No puede dormir pensando qué va a hacer con sus chamacos en estas vacaciones?

domingo, 13 de julio de 2008

Pues resulta que mi primo José decidió que iba a hacer un curso de verano y como él vive en un departamento bien chiquitito, pues me preguntó si yo creía que Mamá lo iba a dejar hacerlo en la casa. Yo respondí que quién sabe porque con Mamá así es, un día dice que el azul es su color favorito y al otro dice que no le gusta el cielo por azul....

José dijo que entonces le iba a pedir al Gran Capi permiso y lo hizo, pero el Gran Capi le dijo que por él no había problema, pero que Mamá era la que decidia. Entonces José se fue a su casa a pensar y pensar la manera en la que podía convencer a Mamá sin que pusiera peros.

Total que al día siguiente llegó con tremenda gelatina de limón que pa´que les cuento, onda kinsay y pus mamá que le encanta todo eso de los postres y los dulces, pues dijo que sí, que cómo no, que igual le hacia falta a la casa algo de luz y ruido y chillidos y idas al baño cada cinco minutos. El primo José fue feliz como una lombriz y en un dos por tres colocó un letrero afuera de la casa, hizo volantes -que le dejó al Pepue para que los pusiera en su escuela y en su puesto de pelis piratas- y tambie colocó un anuncio en internet.

A las 2 semanas ni un cristiano se había parado a preguntar y José andaba de nuevo con el moco, que digo el moco, el mocote tendido, lagrimeando a la más mínima provocación- que si pasaba por el parque, lloraba; que si pasaba afuera de una escuela, lloraba, que si veia Un Detective en el Kinder, lloraba... baaaa yo lo regañaba y el abuelo Rafa le decia que se aguantara como los valientes, pero el primo José se azotaba... je je je...

Total que llegado el día de la apertura del mentado curso (que incluía entre otras cosas clases de repostería y peinado para las niñas y clases de dizque defensa personal y guarurarismo ¿? -o sea, una onda de enseñar a los chamacos, a cuidar "celebridades" -pa´los niños) José se presentó muy puntual y estoico en el portón de la casa. Todos estabamos sin hablar, no, bueno la Abuela Cari lo trató de consolar preparándole un consome de pollo, pero él no lo aceptó, que porque no tenía ganas de nada, ni de comer.

José vio su reloj y dijo que era hora de abrir el portón para que llegaran los chamacos, Pepue le dijo que no fuera tonto, que las probabilidades de que alguien se presentara era una en un millón, tomando en cuenta el tiempo que duró "la campaña de promoción" , la zona que cubrió, los volantes que hizo y no sé cuántas cosas más, pero mi primo José dijo que eso valía un cacaguate y que él sólo creía en la probabilidad del milagro. Y el milagro ocurrió...

A las 9:01, apareció una niñita con un mochilón y un cuerpecito de Almendrita, con un papelito en la mano que le dio a José. Verónica se lo quitó como su faja le dio a entender- sí sigue usando la faja del accidente, aunque ya NOOO la necesita- y lo leyó:

Maestro José Florentino (sí ese es el segundo nombre de mi primo) le suplico acepte a mi hija en su curso aunque no me dio tiempo de la preinscripción, pero usted entenderá que una madre trabajadora no se da abasto. Sin más por el momento, y sí usted decide aceptarla, el viernes a más tardar, mando el dinero con mi hija. Gracias.

Je, je je... me tomé el tiempo de transcribir el recado... Ni pex.


No sé si José acabó de poner atención en el recado porque el hecho de que le dijeran maestro, lo dejó tan en shock, que Verónica lo tuvo que golpear para que reaccionara. José le sonrió a la niñita y le dijo que sí, que se podía quedar aunque no se hubiera preinscrito.

Mamá pasó a la morrita y la sentó, y más tardó en acomodarla que en lo que llegaron otros cinco chavales -hijos de la señora Elena, la dueña de la tortillería que parece que le pagan por tenerlos express, jijiji- todos con el almoadazo y la chinguiña en su máximo esplendor. José los hizo pasar y detrás de ellos a otros ocho que la neta no sé de dónde salieron, pero que se veían muy animados.

Ya cuando el portón estaba a punto de cerrar, llegó corriendo Berenice, sí, el amor platónico del Pepue, la niña "nice" (ja) de la colonia, la única, diría el Pepue.

Pepue dejó caer el plato de avena que tenía en la mano y el ruido que hizo fue tan grande que los hijos de la señora Elena voltearon al unísono y luego no pararon de reir.

Mi primo José estaba que no cabia de gusto, todo sonrisas, todo emoción... Entró corriendo a la cocina y le dijo a la abuela Cari que siempre sí quería ese consome y que de una vez le diera a "sus alumnos" un poquito si alcanza, claro....

La abuela Cari, que había hecho consome para un ejercito completo, sirvió con mucho gusto y todos desayunamos en el patio con los chamacos del curso mientras el Pepue veia embobado a su amada y el Papiu se lucia dando sus mejores maullidos...

4 cuchicheos:

jandro dijo...

no pos ke chido, fijate que yo lo entiendo muy bien porke desde hace 6 años yo comencé mi curso de verano, el primer año tuve 11 niños y ahora en este tenemos 40 y tantos, ya hasta maestros extranjeros tenemos jeje (que presumido soné), pues dile a josé que no se desanime que asi comienzan las cosas buenas, poco a poco irá dandose a conocer y logrará mejores resultados aahh y que no olvide que en esto no sirve la cantidad de actividades que les enseñe sino la calidad de estas, hay por si le interesa con gusto le doy unos consejitos mi msn es laescuelitacentro@hotmail.com o ke le pase por lo menos a ver las fotos del año pasado: metroflog.com/veranovilla2007

Clauminara dijo...

wooow, pues mis respetos, yo cuando cuido a mi sobrino, ya me vuelvo loca, imagínate que haría con un montón de chamaquitos. Suerte con el curso :D

Édgar Omar Avilés dijo...

Por acá, dejando saludos luego de alegrarme el rato con tus post. :)

Miel dijo...

Uy ¿y qué pasó con tanto chamaco?
Me gusta mucho tu blog :)
Saluditos