Los chicharrones asesinos o La época de oro del cine mexicano

miércoles, 21 de mayo de 2008

Estaba bien enferma y todo porque el sábado pasado acompañé a la abuela Cari al centro- a un puesto que está enfrente de la Alameda, del lado del teatro- porque quería unas pelis, de esas que veíamos cuando Marieta era chiquilla y cuando la abuela y el abuelo eran unos jovenes (ja) y despues de comprarlas comimos unos chicharrones made in Rancio.

En cuanto comí el último chicharron, lo supe, supe que había firmado mi sentencia, y la había firmado con salsa Valentina y un limón completito, ahí nada más.

No cené nada y de ahí pal real, vomito y vomito, lo bueno fue que el señor Álvaro me mandó unos medicamentos de esos que te dan de prueba los laboratorios y santo remedio. Ahora la pregunta es ¿Cómo llegamos a ese puesto?

Pues muy sencillo, la señora de la tienda de la esquina se encontraba el otro día muy entretenida viendo la tele, la abuela Cari quería en calidad de urgente una maizena para el atole y entonces se empezó a enojar por el mutismo de la dueña de la tienda. En ese momento, la señora puso pausa a su DVD -que presume a todos- y atendió a la abuela. La abuela alcanzó a ver de reojo que la imagen que aparecía congelada en la pantalla era nada más y nada menos que Pedro Infante llorando por la muerte de su abuelita en la tumba de la abuelita (baaaaa). La abuela le preguntó en cuál canal estaba pasando y la señora muy popof le dijo que en ninguno -si no, no la hubiera detenido- y que la había comprado y que bien barata y que ese lugar era el paraíso del cine mexicano.

Entonces la abuela llegó diciendo que cómo no le habían dicho antes de ese lugar y que quería ir en ese mismo instante. El abuelo Rafa la convenció de que fueramos el sábado y bueno, ella estuvo como chiquillo en noche de reyes.

Llegamos bien temprano y el puesto no estaba puesto (ja) así que dimos una vuelta por la Alameda y por el barrio chino y allí me compré una galleta de la suerte, pero para mi mala suerte, no tenía ningún papel de la suerte... Resignada a mi destino, vi la hora y según yo, calculé que ya era tiempo de ir. Nos atravesamos y entonces lo vimos...

Un puesto grande, repleto de películas a 3 X 50....Me quedé con el ojo cuadrado porque tienen un buen de peliculas mexicanas, un buen, un chorro, muchísimas, de todas las épocas y como a mí me laten mucho esas ondas, pues estuvimos un ratotote escogiendo. El chiste es que compramos como 6 y la abuela Cari estaba bien contenta porque por fin iba volver a ver Susana y Animas Trujano y un chorro de peliculas.

El Gran Capi había pedido una en especial: Autopsia de un fantasma, de Ismael Rodriguez, esa peli es la onda. Está bien chida, al Gran Capi le gusta porque la primera vez que la vio -en sus años pubertos-estaba bajo los efectos de aquella verde, de aquella juanilla y no dejaba de reir, ya despues la vi con él en un hospital cuando el Gran Capi enfermó de neumonía, hace ya una década.

La abuela Cari y yo nos la pasamos buscándola pero nada de nada, que esa no está, dijo el del puesto.



Esta robotina que no le pide nada a los Supersónicos es uno de los personajes de la ahora tan anhelada pelicula.

Pero bueno, el saldo no fue negativo porque aunque no encontramos esa joya, la abuela Cari sí trajo varias, entre ellas:

La perla, Maria Candelaria,El libro de Piedra, La oveja negra y Dias de Otoño.

De algo sirvió dejar el estómago en la Alameda, porque así pude ver las pelis con la abuela Cari y el abuelo Rafa, acostados toda la tarde en su cama mientras el Pepue no dejaba de reclamarnos la tardía presentación de esos tesoros.

3 cuchicheos:

jandro dijo...

pa ke no digas que fue por puro interes mi comentario, ay te va mi critica: escribes muy chido, me da mucha risa todo lo que escribes (no de burla)pocos tienen ese don de expresar sus vivencias de manera tan entretenida.

bueno ora si a lo ke vine, pasame por favor la direccion del puesto donde venden las pelis por favor.

Anónimo dijo...

Je je je.... Asi como dirección, dirección, pues no... El puesto está justo enfrente del teatro...mmm... me parece que Hidalgo, del lado donde hacen base los micros que van para el Toreo, donde venden las churerias chiditas. ¿Te sirvió?

Clauminara dijo...

La perla y María Candelaria son de mis favoritas, ambas con una fotografía excelente y La oveja negra es favorita de mi hermano, con decirte que por ella, mi perro se llama Silvano.

Saludos.