Ya llegó el que andaba ausente... no todavía no...

jueves, 31 de julio de 2008

Hace mucho, cuando Marieta iba a la primaria- de primero a tercero pá ser exactos- tenía un amigo. Uno que era medio raro, medio parco...jijiji. Todooo el tiempo estaba serio, sin hablar, hasta que un día habló.

La verdad ni sé por qué o qué, el chiste es que una mañana estabamos adentro del camioncito que la maestra hizo con un buen de cartulinas y al rato, ya estaba sentado a mi lado. De ahi pal real.


Ahora que lo pienso, la neta es que mi amigo -que a partir de ahora llamaremos Ignacio- era bien chido, onda como adelantado a su edad o algo así. Ahora ustedes dirán, qué tranza, de qué está hablando Marieta, ya se desconchinfló. Baaaaa... Nel, nanais, never, digo que mi amigo...mjjjmmm... digo que Ignacio era bien chido liro porque... porque... pus bueno... porque

1) Quería tocar la lira, onda Robert Smith -sí, le gustaba mucho su banda- neta, así, con sus siete años de vidalla, ya se azotaba jijiji...


2) Como quería ser así, pusss... siempre pedía permiso para ir al baño y regresaba con todos los pelos parados... (je je je) La maestra se requeteenojaba, los demás chamacos se espantaban y Marieta reía hasta que la panza se quejaba.


3) Tambien le gustaba la dibujada, aunque no le hacia mucho al asuntillo, pero baaaaa, igual pintaba ondas maquiavélicas que eran objeto de análisis pa´los maestros


4)Como no tenía papá -su má era mamá soltera- pusss le ponían tristes los festejos de ese día y odiaba la canción de Papá, papá qué es un vagabundo y la de Hoy tengo que decirte papá.. entonces como era mi gran cuate, pues yo le decía al Gran Capi que no fuera gandalla y que recibiera los regalos que le obligaban a hacer y entonces Ignacio ya no era tan triste.


5)Ignacio odiaabbaaa las matemáticas (ja, odiar las matemáticas en la primaria era odiar las sumas y las restas jijiji) pero igual me explicaba por qué chingaos :0 en las restas teniamos que tomarle prestado a otro número... ¿Qué tranza con eso decia yo? Si le tomamos prestado ¿cuándo le pagamos?


6)Ignacio era mayor que nosotros por un año porque había estado en una escuela y luego en la otra y se portaba como todo un adulto jijiji...


Luego, pusss luego lo cambiaron de escuela. Estabamos formados para la entrega de papeles- ya saben esa onda de pasen a su salón por su boleta y sus fotos de grupo y todo eso- y justo cuando lo nombraron, me dijo: Mi mamá se va a ir a otro trabajo, y yo a otra escuela. Chaassss, pensé, ya no vamos a tomar frutsis congelados enfrente de la casa- sí, en eso pasabamos el rato- ni a ver Los Thundercats, ni a disfrazarnos de MUNRAAAA... ni nada.


Recogió su boleta, sus fotos, y entonces me dio un colguijin que dijo que se lo había comprado en un puesto de chacharas y que estaba chido y que quería que yo me lo quedara. Mmmm... no nos dijimos nada de nada, pero la verdad es que pensé que ibamos a seguir siendo amigos hasta que nos hicieramos bien viejitos. Y sí lo somos, nada más que nunca nos vemos, ni nos hablamos, ni cotorreamos.

Los Thundercats perdieron su apogeo, los niños no conocen a MUNRAAAA, el colguije se rompió -dejando por ende su calidad colguejil- nuestra amistad sobrevive como sólo sobreviven los tatuajes de gena- sin mojarlos- onda el Ecoloco.


Él se cambió a San Ángel y luego hasta allá por la Zaragoza -esto lo sé de oidas, la neta no es de fiar- y ahora quién sabe dónde estará, pero cada que es su cumpleaños,como ahora, yo pienso que ha de estar todo refunfuñon porque no le gusta las mañanitas.


Y yo, como buena amiga, le dejo un pastel por si se anima a salir de las valijas...


Así se ha de ver Nacho en la actualidad. Nótese qué contento está con su pastel y con el fondo decuriano que le puse...

Y ya... fin.

Y yo no sé...

martes, 29 de julio de 2008

... por qué se siente que se llegó tarde a todo, un poquito, cosa de un segundo. Tarde a la cola de las tortillas; tarde al exámen de admisión; tarde a la nevería; tarde a la vigésimo primera cita de trabajo; tarde a la función de cine; tarde al semáforo; tarde al retorno; tarde a la inscripción; tarde a la convocatoria; tarde al concierto; tarde al salón de clases; tarde al teléfono; tarde al nacimiento. Tarde.










Chales... :(

La sopa Azteca o Autorretrato con Perro Tristezas...

lunes, 28 de julio de 2008

El abuelo Rafa es carpintero, bueno él dice que lo es, pero en realidad se pasa toda la vida haciendo muebles, reparandolos, pintandolos, admirandolos... ama a los muebles. El abuelo Rafa ama a los muebles, pero ama más a la abuela Cari.

Ellos se conocieron una tarde de domingo en pleno centro de Coyoacán, cuando la abuela estaba pintando un cuadro de un perrito abandonado que nada más se la pasaba acostado, tumbado de tristeza. El abuelo Rafa había ido a entregar -en ese tiempo era aprendíz- un sillón que le habian remodelado a un cliente que andaba metido en esas ondas de los Caballeros Templarios.

La tarde era muy bonita y el abuelo Rafa -que ya había acabado de trabajar- decidió ir a chismear por ahí y entre tanto chisme encontró el amor.

Dice el abuelo que lo que más le gustó de la abuela Cari fueron sus trenzas, enormes trenzas amarradas con unos listones amarillos y adornadas con un sombrero de mimbre que le cubría toda la cara.

El abuelo pensó- sintió diría yo- que su destino estaba frente a él, estaba frente a él y tenía rostro de mujer, de una mujer pintora.

La abuela Cari dice que en cuanto lo vió a cuadro - se acercó a tocar al perrito-su corazón empezó a latir, así, onda música del Tiburón, pero en vez de desmayarse, prefirió dar las últimas pinceladas a la dichosa pintura, agarrar sus cosas y caminar más rápido que sus latidos. La abuela Cari estaba comprometida.

Ahí empezó su historia, el abuelo Rafa no pensaba dejar escapar así como así a su destino y fue diario a Coyoacan hasta que en la inercia de la rutina, comprendió que la rutina de la abuela Cari tenía cara de domingos alredededor de las tres de la tarde. Acudió puntual durante un año.

La abuela por su parte, decidió decirle que siempre no a su vecino la mañana en que iba a ser la dichosa boda- compromiso que habían acordado los padres de Justino, para que todo quedara en buenas familias- la negativa de la abuela hizo retumbar el coraje de mi bisabuelo y las lágrimas de mi bisabuela. La abuela Cari nunca dio motivos ni razones de la negativa. Justino -que en realidad estaba enamorado de Laura, la muchacha que atendia en la nevería a donde siempre iban los dos desenamorados- le dio un abrazo a Cari en agradeciemiento y se marchó como alma que lleva el diablo por un litro de nieve de limón.

El bisabuelo dijo que él no iba a pasar tremenda vergüenza, así que agarró a la bisabuela y los dos se fueron por la puerta de atrás (ja) La abuela Cari tomó aire-según recuerda- y caminó hasta el altar. Todos los invitados tenían cara de qué tranza con Cari, por qué entra de a solapa, pero quedaron con cara de esa Cari siempre arma sus panchos, cuando les dijo que muchas gracias por venir, que siempre no iba a haber boda, pero que en el salón había comida, y vino y hasta pastel y que sería muy feo que todo se quedara nada más porque dos que no se amaban esa tarde tampoco se casaban.

Dicen mis abuelitos que justo en ese instante, el abuelo Rafa -que había visto en la iglesia de Coyoacan las fotos de la abuela y de Justino con fecha de boda y todo- entró onda El Graduado con el perro Tristezas detrás de él -ni pex, de tanto verlo lo había adoptado- así entró, gritando que sí, que él se oponía a la boda porque amaba a esa mujer con todaaa su alma y con toda la verdad de su corazón... (¡Ahhhhhh!)



Así hubiera tocado el abuelo Rafa y segurito así hubiera corrido la abuela Cari si el abuelo hubiera llegado más temprano... jijiji... Nótese como el primo José se tomó la molestía de decorar las fotitos de la peli... jijiji...


La abuela Cari sonrió, el abuelo Rafa hizo cara de qué hongo (sí así dice el abuelo ¿qué hongo? jijijiji) por qué no hay boda que impedir... y entonces... los dos caminaron a su encuentro y por primera vez se besaron, no que digo, por primera vez se hablaron....


Entonces el abuelo Rafa pensó que si ya estaba el padre, ya estaba la novia (arregalada y toda la cosa) ya estaba el testigo (Perro Tristezas) y ya estaban los invitados (pues él igual no tenía a nadie en el mundo, más que ahora a la hermosa Cari (sic) ) por qué no unian lo que en realidad ya estaba unido de más. Y entonces se casaron.


Al final... ¡Ahhhh! al final, la mera verdad es que todos los invitados se sintieron taaannn indignados (wuaaakkk) que cuando el padre dijo "acepta" sólo los abuelos con el Perro Tristezas, estaban en la Iglesia... Baaaaaa para lo que les importó, luego luego que salieron, se fuerno volados al salón porque la abuela había pedido de platillo, esa sopa Azteca que siempre veía comer al abuelo Rafa en la fonda de enfrente donde la abuela pintaba.

:)

Una diaria

miércoles, 23 de julio de 2008

El Pepue me enseñó esto:





Y yo quedé con cara de ¿? Qué tranza ¡Cómo se le ocurrió! Cuánta chamba, cuánto empeño...

Luego el abuelo Rafa (que es fanático de Los Simpson) me dijo que él había visto algo igual, pero no tan igual...




Y ahora yo no sé cuál es más chido... onda que si los dos videos se estuvieran ahogando y sólo pudiera salvar a uno... no sabría qué hacer... chales... se morirían los dos por mi eterna indecisión....

:(
PD. ¡Ah! por cierto, ante esto, el Pepue le propusó al abuelo Rafa que hiciera lo mismo, pero él dijo que ya a estás alturas pues qué chiste, si el único cambio que le seguía era el de residencia terrenal por cielenal... jijiji...

Camila :(

lunes, 21 de julio de 2008

El otro día mi primo José y yo acompañamos a Pepue al CENART, la verdad yo nunca había ido a ese lugar, pero esta bien chido, hay de todo, música, teatro, cine...

El Pepue fue porque quería ver una cosa de danza que según él estaba bien buena -¡Ayyy! si yo contara la bola de cosas que hace el Pepue cuando está de vacaciones- total que llegamos y de la mentada danza nada más quedaban las sillas solas... El Pepue se confundió de día y de hora ¡! Son las consecuencias de tener al amor de tu vida en tu misma casa de 9 a 1 de la tarde y de lunes a viernes (ja)

Como era bien temprano y no teníamos nada mejor que hacer, empezamos a pajarear por el lugar y para no hacer el cuento largo, terminamos en una tienda que se llama Casa Serra y en donde venden cosas de pintura, revistas bien chidas y bien caras, pinceles, etc, etc...

Pasamos porque se veía chidito el lugar y porque había pinturas de esas que alguna vez usó la abuela Cari cuando era joven y soñadora, entonces el Pepue y yo pensamos que con preguntar cuánto costaba un lienzo y una que otra pinturilla, pues no se perdía nada - digo por aquello de que en noviembre es su cumple- cuando nos dijeron los precios, pues la verdad muy dentro de nosotros nos fuimos de espaldas, pero frente a la vendedora -muy amable por cierto- fingimos demencia y hasta sonreímos. Ahora tenemos que ahorrar.

En uno de los aparadores, había un portaretrato que costaba..mmm... creo que $73 y me llamó la atención porque tenía una foto de de una gatita toda deslumbrada y con cara de qué tranza por qué se llevan mi alma. Luego subí la vista y al lado de la caja, había otra caja no registradora forrada con un chorro de estampas de gatitos. Marieta pensó orales creo que les laten los miauninos pero no dijo nada...

El Pepue compró una libreta chiquitita que tenía impreso un comercial de esos bien antigüitos que anunciaba algo como de para que su esposo sea un hombre servicial o algo así... y justo cuando nos disponiamos a salir... la vi.

Estaba una foto de Camila en una especie de tablón de anuncios. Me quedé, el Pepue dijo que qué tranza con eso y empezamos a leer.... Aquí debo de hacer una pausa para aclarar que lo que sigue es de las cosas más gachas que he leído en mi vida, así, gacho, gacho, gacho, tan gacho que José -que está ahorita frente a mí- está volteado para que no lo vea llorar... otra vez...Así que ustedes saben si lo leen... o no... o qué...

Pues bueno, resulta que las personas que trabajan ahí escribieron una especie de nota o crónica o qué sé yo de Camila... ¿y quién es Camila? Pues es una gatita que llegó hace muchos, muchos años a esa tienda, maullando y maullando... los ñores la trataron de consolar, pero nada, ella seguía en lo suyo, así que le dieron leche con café -que era lo único que tenían en ese momento- y Camila se quedo calladita. Así empezaron las visitas de Camila al lugar, iba de vez en vez por su leche, a primera hora, onda cliente distinguido. Hasta que un día una chava que llegó a comprar la vio y le dijo Camila ¿qué haces hasta acá? entonces los ñores supieron que la gatita se llamaba Camila y que vivía en la escuela La Esmeralda que según esto no está tan cerca como se cree, al menos si de distancias gatunas hablamos. La chava le daba de comer y toda la cosa.

Pero el corazón de Camila cada día dejaba un cachito en Casa Serra hasta que terminó por instalarse definitivamente ahí, una mañana en que llegó casi al mediodía con un gatito en el hocico. Repitió la operación cuatro veces más y todos sus bebés fueron colocados en una caja por la misma Camila. Camila vivió con ellos por casi 14 años.

Sus hijos fueron acomodados con familias que ahora los quieren y los cuidan. Camila fue operada para que no tuviera más y se pasaba los días comiendo, maullando y de dormilona entre pinceles y lienzos. Era feliz.

Era feliz hasta que se encontró con esas personas que no sé por qué se les dice así, si son más animales que un... que un... que un animal que seguramente se ofendería si lo comparo con esas escorias.... Sí, Marieta está indignada.

Un día Camila salió a dar la vuelta por el CENART y ya no regresó. Sus dueños la empezaron a buscar para encontrarla en un rincón, toda golpeadita, ya sin vida. El veterinario les dijo que fue muerta así, a golpes, a la mala y por varios... según él... con todo su interior destrozado. Camila no molestaba a nadie, no se metía con nadie... pero eso no les importó.

Despues a ella se le unieron dos gatitos más que de igual manera fueron asesinados, no, bueno uno logró salvarse, pero quedó muy mal y sus defensas bajaron demasiado. Lo tuvieron que sacrificar porque ya no podía ni comer.

Ahora ahí viven 2 y lo único que piden en Casa Serra es que si te molesta su presencia, pues los evites o te voltees o los ignores, pero que no permitas que les pase lo que a Camila porque los gatos son la neta. Son chidos, chistosos, inteligentes, libres, ñoños, ocurrentes, tremendos, rasguñones y leales.

El Pepue, mi primo Jose y yo nos quedamos sin palabras, así, perplejos. Sobra decir que José no dejó de llorar en toda la tarde y que el Gran Capi -cuando el Pepue le contó- tuvo un dolor de panza bien fuerte al confirmar que sí, que todavía hay gente vil.

Yo... pues yo... lo único que pude hacer, fue llegar a la casa derechito con el Papiu y sin decir agua va, lo cargué y lo llene de besos.... los arañazos y las mordidas que me dejó en las manos, por tremenda ñoñería cometida hacia su gatopersona todavía me duelen...

¿No puede dormir pensando qué va a hacer con sus chamacos en estas vacaciones?

domingo, 13 de julio de 2008

Pues resulta que mi primo José decidió que iba a hacer un curso de verano y como él vive en un departamento bien chiquitito, pues me preguntó si yo creía que Mamá lo iba a dejar hacerlo en la casa. Yo respondí que quién sabe porque con Mamá así es, un día dice que el azul es su color favorito y al otro dice que no le gusta el cielo por azul....

José dijo que entonces le iba a pedir al Gran Capi permiso y lo hizo, pero el Gran Capi le dijo que por él no había problema, pero que Mamá era la que decidia. Entonces José se fue a su casa a pensar y pensar la manera en la que podía convencer a Mamá sin que pusiera peros.

Total que al día siguiente llegó con tremenda gelatina de limón que pa´que les cuento, onda kinsay y pus mamá que le encanta todo eso de los postres y los dulces, pues dijo que sí, que cómo no, que igual le hacia falta a la casa algo de luz y ruido y chillidos y idas al baño cada cinco minutos. El primo José fue feliz como una lombriz y en un dos por tres colocó un letrero afuera de la casa, hizo volantes -que le dejó al Pepue para que los pusiera en su escuela y en su puesto de pelis piratas- y tambie colocó un anuncio en internet.

A las 2 semanas ni un cristiano se había parado a preguntar y José andaba de nuevo con el moco, que digo el moco, el mocote tendido, lagrimeando a la más mínima provocación- que si pasaba por el parque, lloraba; que si pasaba afuera de una escuela, lloraba, que si veia Un Detective en el Kinder, lloraba... baaaa yo lo regañaba y el abuelo Rafa le decia que se aguantara como los valientes, pero el primo José se azotaba... je je je...

Total que llegado el día de la apertura del mentado curso (que incluía entre otras cosas clases de repostería y peinado para las niñas y clases de dizque defensa personal y guarurarismo ¿? -o sea, una onda de enseñar a los chamacos, a cuidar "celebridades" -pa´los niños) José se presentó muy puntual y estoico en el portón de la casa. Todos estabamos sin hablar, no, bueno la Abuela Cari lo trató de consolar preparándole un consome de pollo, pero él no lo aceptó, que porque no tenía ganas de nada, ni de comer.

José vio su reloj y dijo que era hora de abrir el portón para que llegaran los chamacos, Pepue le dijo que no fuera tonto, que las probabilidades de que alguien se presentara era una en un millón, tomando en cuenta el tiempo que duró "la campaña de promoción" , la zona que cubrió, los volantes que hizo y no sé cuántas cosas más, pero mi primo José dijo que eso valía un cacaguate y que él sólo creía en la probabilidad del milagro. Y el milagro ocurrió...

A las 9:01, apareció una niñita con un mochilón y un cuerpecito de Almendrita, con un papelito en la mano que le dio a José. Verónica se lo quitó como su faja le dio a entender- sí sigue usando la faja del accidente, aunque ya NOOO la necesita- y lo leyó:

Maestro José Florentino (sí ese es el segundo nombre de mi primo) le suplico acepte a mi hija en su curso aunque no me dio tiempo de la preinscripción, pero usted entenderá que una madre trabajadora no se da abasto. Sin más por el momento, y sí usted decide aceptarla, el viernes a más tardar, mando el dinero con mi hija. Gracias.

Je, je je... me tomé el tiempo de transcribir el recado... Ni pex.


No sé si José acabó de poner atención en el recado porque el hecho de que le dijeran maestro, lo dejó tan en shock, que Verónica lo tuvo que golpear para que reaccionara. José le sonrió a la niñita y le dijo que sí, que se podía quedar aunque no se hubiera preinscrito.

Mamá pasó a la morrita y la sentó, y más tardó en acomodarla que en lo que llegaron otros cinco chavales -hijos de la señora Elena, la dueña de la tortillería que parece que le pagan por tenerlos express, jijiji- todos con el almoadazo y la chinguiña en su máximo esplendor. José los hizo pasar y detrás de ellos a otros ocho que la neta no sé de dónde salieron, pero que se veían muy animados.

Ya cuando el portón estaba a punto de cerrar, llegó corriendo Berenice, sí, el amor platónico del Pepue, la niña "nice" (ja) de la colonia, la única, diría el Pepue.

Pepue dejó caer el plato de avena que tenía en la mano y el ruido que hizo fue tan grande que los hijos de la señora Elena voltearon al unísono y luego no pararon de reir.

Mi primo José estaba que no cabia de gusto, todo sonrisas, todo emoción... Entró corriendo a la cocina y le dijo a la abuela Cari que siempre sí quería ese consome y que de una vez le diera a "sus alumnos" un poquito si alcanza, claro....

La abuela Cari, que había hecho consome para un ejercito completo, sirvió con mucho gusto y todos desayunamos en el patio con los chamacos del curso mientras el Pepue veia embobado a su amada y el Papiu se lucia dando sus mejores maullidos...

Amor se dice Esguince grado II

jueves, 3 de julio de 2008

Verónica está enamorada, así, enamoradísima. Se la pasa suspirando, deshojando margaritas, hablandole a la luna -onda Dorothy Jane de los Torkenson- (ja). ¡Y ya no sabemos qué haceeerrr!

Todo empezó por ese asunto del encuentro "glorioso al ritmo de banda" entre Verónica con su ranchero en el bautizo de Alizee. De ahi siguieron las llamadas hasta la una de la mañana, los recaditos al celular, las canciones dedicadas por la K Buena jijijiji...

Y así, al infinito. Todo eso era hasta cierto punto "tolerable" y... bueno, hasta tierno (jijiji) pero ahora desde que la semana pasada chocó el taxi en el que Verónica venía de la casa ¡Ah! Este amor ha alcanzado manifestaciones macabras, ñacañaquescas.

Pues bueno, eran como las nueve y media de la noche y El Gran Capi estaba dando vueltas -con el Papiu al lado- porque nomás no se aparecia Verónica. La Abuela Cari le explicaba que el amor no conoce tiempo ni regaños ni permisos hasta las ocho de la noche, cuando sonó el teléfono con una voz inexpresiva y muy lenta. Era Verónica. Su taxi había chocado con una troca y pues según ella estaba bien pero avisaba que una ambulancia se la iba a llevar al hospital, por lo que no a lo mejor llegaba un poquito tarde. Baaaaa... Mamá cayó en un shock mayor y El Gran Capi sintió que el corazón se le iba a la garganta.

El abuelo Rafa dijo que él cuidaba al Pepue y que se fuera de lo más tranquilo a verla. Yo pues me lancé con ellos porque Marieta no soporta la angustia de la espera y bueno... en un dos por tres ya estabamos allá.

Verónica estaba adentro del taxi sin moverse, rodeada de chorrocientos polis que le preguntaban cómo se sentía y todo eso y ella nomás decía que bien, que se había dado un golpe en la cabeza y que tenía un chichón y que la dejaran irse a su casa. Acabamos en el hospital hasta la una de la mañana. Y en efecto, no tenía nada de cuidado. Un collarín, una faja y listo señorita, venga dentro de 2 meses.

Pues bueno, como en ese inter (ja) el ranchero había llamado para ver cómo había llegado su amada y decirle buenas noches, y Pepue repitió textual aquello de "me van a llevar al hospital" pues el Ranchero se lanzó sin pensarlo dos veces a la casa.

Cuando llegamos alrededor de las 2 de la mañana, una troca enorme estaba afuera, Verónica tuvo un destello de alegría y le dijo a El Gran Capi que si lo dejaba pasar. El Ranchero se bajó de su camioneta y todo apenado saludó a El Gran Capi -claro, despues de correr al encuentro de su amada con esguince grado II- Mamá le dijo que sí, que pasara y El Gran Capi me miró con cara de ¿y qué hacemos con éste? a lo que yo respondí con otra mirada de "Pues sentarlo en la sala y esperar a que se aburra".

Esa noche casi no dormimos porque, aunque el Ranchero se fue como a los 20 minutos, que para que descansara su amada, la amada se quejaba y se quejaba y que acomodame aquí, tapame allá, ponme pomada, dame mis pastillas...

Chales, ni dormí. Al otro día el Doctor Bara Bara se la pasó recargado en una esquina con la mano recargada en un poste y los volantes en la otra, esperando que los"clientes potenciales" tomaran o no, la propaganda. No hubo baile, no hubo el pasito duranguense del Bara Bara -ni modo, me obligan a hacerlo- no hubo nada. Bueno, hasta el niño que siempre patea al Doc se cansó de pegar y pegar.

Y de ahí pal real, ahora el Ranchero ya agarró confianza y pues no lo sacamos de la casa. Al abuelo Rafa le cae bien, requetebien pues se acuerda de cuando él vivia en el pueblo y al Ranchero le encanta oir esas historias.

Verónica, bueno... anda como borrego a medio dormir, como el Papiu cuando se acuesta en las piernas de Mamá, como un vocho modelo 69 con "ojitos", como un mosco acabando de picar. Así anda. Y yo... yo me alegro de que Verónica encontró a su media naranja....

:)

Chales, que chido...

Pues resulta que Clauminara en su blog Azul casi morado, me dejó ésto:


Y me dijo que le dijo su amiga -que no conozco- que recomendara a 6 blogueros más y pues yo recomiendo a los que ya dije. Jijijiji.
GRACIAS. :)